El año pasado mi hijo empezó en Kindergarten. Fue bien emocionante para los dos porque después de casi 5 años de estar en una guardería con sus mejores amigos y con maestras excelentes, iba a entrar a un mundo desconocido. No les voy a mentir pero estaba bien nerviosa y preocupada por el ya que todo iba a ser nuevo.
Nueva escuela, nuevo sistema de educación, nuevas maestras, en fin un mundo lleno de aventuras para el y preocupaciones para mi. Sabia que en cuanto a la educación, no iba a tener tantos problemas ya que gracias a Dios mi niño capta las cosas rápidamente. Pero en cuanto a la comida, pues íbamos a tener problemas.
Les explico. Mi niño es bien puertorriqueño, lo es ya que le fascina el arroz y habichuelas. Desde bebe siempre ha comido bien, saludable pero bien. Recuerdo que cuando en la guardería tenían pizza o los famosos “chicken nuggets”, tenia que llevarle comida porque se rehusaba (y hasta hoy en día sigue así) a comer eso. Todas las semanas era el mismo problema porque veía que el menú no era saludable o contenía comidas que a el no le gustaban.
Y se muchas madres hispanas tienen el mismo reto que yo ya que a nuestros hijos les encanta nuestras comida latina y cuando llegan a la escuela se encuentra con muy pocas o casi nada de opciones. Y hasta la situación empeora ya que no tienen un microondas o sitio para calentar su comida favorita.
Al comenzar en la escuela publica, tenia la misma incertidumbre. Y hasta esa incertidumbre era mayor porque vi que las opciones eran peores que en la guardería. Y aunque sabia que mi comida iba a ser mejor que la de ellos, decidí un día hacer la prueba y dejarlo comer la comida de la cafetería, lo que fue un error fatal ya que no comió nada. Regreso diciendo que la comida era mala y que tampoco le permitieron regresar a la fila a coger otra opción porque no había tiempo. Se podrán imaginar lo furiosa que me puse.
Me propuse entonces que eso no volvería a pasar y que entonces prefería que yo le cocinara su comida alimenticia para que estuviera mejor. Y aunque tenia la oportunidad de ver los menús con anticipación, nada era aperitivo y alimenticio para el.
Pero gracias a Dios que al comenzar este año escolar recibimos buenas noticias. Que el gobierno había prestado atención a las comidas escolares y habían hechos cambios drásticos. Los cambios son los siguientes:
- Regulación de porciones
- Mas opciones alimenticias como granos, verduras, vegetales y frutas
- La adición de estaciones de ensalada para que los niños puedan formar sus propios platos con ensaladas frescas y opciones
- Mas niños pueden aprovechar la oportunidad de tener almuerzo gratis
Ya por fin se me hacen mas fáciles las mañanas ya que existen mas opciones de comida para mi niño durante el almuerzo que se que son saludables y nutritivas. Además, ayuda a que el también se de la oportunidad de comer otras cosas y aumentar la cantidad de cosas que puede comer.
Ahora solo falta que le permitan mas tiempo durante el almuerzo para reposar y entonces quedan listos. Pero mientras tanto barriga llena y corazón contento.
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This post originally appeared on El Club De Las Diosas.
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