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Si bien la temporada electoral ha llegado, debemos recordar que de hecho, ya estamos votando cada día. No en las urnas, claro, pero en el supermercado con sus dólares, ¡y en casa con su tenedor! Al tomar decisiones acerca de lo que compramos y lo que comemos, estamos “votando” por la forma en que queremos que se cosechen y se distribuyan los alimentos en este país.

Votar es un privilegio, y con el privilegio viene la responsabilidad. Cuando se trata de la comida, ¿qué tipo de responsabilidad tienen los padres y las madres? Pues, tenemos la responsabilidad de alimentar a nuestros/as hijos/as con comida saludable y nutritiva. Tenemos la responsabilidad de proveerles agua potable limpia. Tenemos la responsabilidad de darles de comer frutas y verduras. La lista se puede agrandar rápidamente, y llegar a ser bastante agobiante.

He aquí donde las pautas claras y concisas proveídas por la Campaña de Alimentos Frescos del Center for Food Safety (Centro de Seguridad Alimenticia) pueden ayudar a los padres y a las madres a tomar decisiones buenas, que beneficiarán ambos a sus niños/as y al clima, una comida a la vez.

Empiece por votar por alimentos frescos y no procesados. Simplemente nada se compara con productos alimenticios frescos, entonces debe buscar aquellos con colores vivos – rojo, amarillo, anaranjado, verde. Recuerde que el arco iris de colores es la forma que tiene la naturaleza de señalarle las plantas con una abundancia de vitaminas, minerales y otros nutrientes importantes. Las personas que comen cantidades generosas de frutas y de verduras, de hecho tienen un riesgo reducido de enfermarse, incluso de la diabetes Tipo 2. Y desde el punto de vista del clima, los alimentos frescos y no procesados requieren la más mínima cantidad de energía para producir. Por lo tanto, Ud. debe votar por éstos diariamente.

Es probable que su feria agrícola local sea el mejor lugar para encontrar una variedad de alimentos frescos y no procesados. Excursiones a la feria agrícola, pueden ser divertidas para toda la familia y son una buena manera de crear un sentido de comunidad. Ud. va a ver y probar cosas como variedades locales de reliquia que no encontrará en un supermercado. Mientras los/as consumidores/as buscan comida local a lo largo del año, el número de ferias agrícolas invernales va en aumento, ¡y muchas ferias agrícolas ahora aceptan las prestaciones SNAP!

Luego, debe votar por lo orgánico: cuando lo hace, Ud. está emitiendo un voto rotundo por la salud – incluso el suyo, el de sus hijos/as, del agricultor, del trabajador agrícola, de la tierra y del clima. ¿Sabía Ud. que las pesticidas, fungicidas y otros químicos sintéticos se fabrican utilizando los combustibles fósiles? ¡Y todos sabemos que los combustibles fósiles empeoran el cambio climático! Además, cuerpos jóvenes son susceptibles a los impactos de los cocteles químicos utilizados para cultivar los productos alimenticios no orgánicos. Las frutas y verduras orgánicas pueden tener manchas o hasta hoyos de lombrices, pero eso no importa. De hecho, esos son indicadores buenos que no rociaron a sus productos alimenticios con químicos. Si bien muchas familias pagan un costo elevado para alimentos orgánicos, todavía es demasiado caro para algunas familias.

Es entonces cuando el comer en temporada, otra pauta de la iniciativa Alimentos Frescos, viene bien: los productos alimenticios que están en temporada, tienden a ser abundantes y por ende, menos caros. Pregúntele al/la productor/a qué se encuentra en temporada en su región, y qué estará en temporada próximamente: con todo gusto le avisarán. Debe juntarse con un/a amigo/a, para poder comprar al por mayor. Escogiendo alimentos frescos, locales y en temporada, le permitirá ahorrar dinero y salvaguardar el clima: ambos hacen que lo orgánico sea más atractivo.

En cuanto a la carne y los lácteos, empiece por reducir la cantidad que Ud. compra y consuma. Luego, debe votar sabiamente, buscando la carne de animales alimentados a pasto, y los lácteos orgánicos. Si Ud. come carne, existen muchas razones por las cuales debe elegir productos derivados de animales alimentados a pasto, incluso el clima y la salud pública. Se calcula que un 80% de los antibióticos vendidos en EE.UU. son utilizados para prevenir enfermedades en los animales para consumo (antes de estar enfermos), y muchas de dichas drogas son las mismas que se utilizan en la medicina humana. Esta sobreutilización, crea una resistencia antibiótica en los animales y en los humanos, lo cual representa un riesgo a la salud pública – y nadie quiere votar a favor de eso. No siempre es fácil encontrar alternativas a la carne de animales criados en operaciones concentradas de alimentación de animales (CAFOs, por sus siglas en inglés), pero afortunadamente, un nuevo mapa elaborado a través de la colaboración colectiva muestra cómo evitar los antibióticos en la carne.

Por último, otras maneras de votar por el tipo de sistema alimenticio que es favorable al clima y saludable que todos queremos, incluyen evitar el embalaje excesivo y el desperdicio de la comida. El embalaje produce gases de efecto invernadero (GEI) en su producción, y crea desechos que a menudo terminan en nuestros vertederos y vías fluviales. El desperdicio de los alimentos, representa recursos malgastados – incluso el tiempo y el dinero – y contribuye al cambio climático al despedir gas metano en los vertederos. Al ser reflexivo acerca de ambas cosas, Ud. estará votando por vías fluviales más limpias, agua subterránea más limpia y menos GEI.

El Día de las Elecciones en la cocina, de hecho es cada día que Ud. va de compras para alimentar a su familia. Entonces recuerde los fundamentales de los Alimentos Frescos, y así puede asegurar que cada bocado, como cada voto, cuente.

Diana Donlon es la Directora de la Campaña de Alimentos Frescos en el Centro de Seguridad Alimenticia en San Francisco. Ella tiene dos hijos adolescentes hambrientos en casa, quienes están aprendiendo a cocinar comida buena.